Parece una metáfora de la vuelta al trabajo: aquí hay espacio suficiente para concentrar a todos los que ahora mismo se suben por las paredes. “¡El paraíso!”, resoplan un par de escaladores con la boca abierta. Eso quiere decir que solo de mirar hacia arriba te entran ganas de pedir una biodramina. Para hacerse una idea de las dimensiones del lugar hay que tener el cuello más flexible que la niña de ‘El exorcista’. Son 5.000 metros cuadrados en total, 350 rutas escalables, muros instagrameables de 17 metros de altura. Una montaña ‘indoor’.