La presidenta de la Diputación de Barcelona, Núria Marín, el alcalde de Viladecans, Carles Ruiz, y el vicario general del Obispado de Sant Feliu, Josep Maria Domingo, inauguraron ayer la restauración de la ermita de Santa Maria de Sales, en Viladecans. El proceso de restauración comenzó en 1995 y lo ha dirigido la Diputación de Barcelona a través del Servicio de Patrimonio Arquitectónico Local (SPAL), destinando cerca de 1,2 millones de euros. Terminada la restauración, el organismo provincial está ahora trabajando en la musealización del espacio para acercar la historia del monumento y del municipio a la ciudadanía.
Marín quiso felicitar al Ayuntamiento de Viladecans por «aportar una joya fantástica, no sólo para el municipio» y recordó que la Diputación de Barcelona «se sumó a la sensibilidad del consistorio y colaboró desde el principio del proceso de restauración». Asimismo, reafirmó el compromiso del ente provincial de «seguir velando por todos los municipios, principalmente por la reactivación económica y social». Respecto a la musealización del templo, Marín apuntó que el objetivo es que «su apasionante historia pueda ser conocida por todos y que se convierta en un espacio de cultura y de encuentro, que la ciudadanía de Viladecans admire y sienta como propio».
Por su parte, Ruiz destacó que la inauguración «supone la recuperación de un espacio simbólico y ligado al origen de nuestro municipio». El alcalde de Viladecans quiso remarcar que «este patrimonio que hoy entregamos a la ciudad es un espacio más del Delta del Llobregat, un espacio privilegiado, que los municipios de este territorio reivindicamos y tenemos la voluntad de que se reconozca, con actuaciones como ésta que fomenten arraigo y la valoración del patrimonio histórico y natural».
Por último, el vicario general del Obispado de Sant Feliu destacó el valor de la ermita de la Mare de Déu de Sales. «Es pequeña, pero muy valiosa por sus significados múltiples», remarcó Domingo, quien agradeció a las instituciones y a los técnicos «el esfuerzo de terminar este proceso de recuperación».
Uno de los máximos exponentes del patrimonio histórico de la ciudad
La iglesia se construyó sobre los restos de una antigua villa agraria romana, y entre 1275 y 1334 acogió una comunidad de Deodato, religiosas seglares como Guillema y Gueraua de Queralt, que gestionaron con autonomía las tierras de la ermita hasta que el obispo Ponç de Gualba se opuso, las acusó de brujería y consiguió expulsarlas. Las pinturas góticas restauradas pertenecen a esta época y podrían ser del mismo pintor de los murales de la conquista de Mallorca que hay en el salón del Tinell, en la plaza del Rei, de Barcelona.
En total, la Diputación ha invertido 1,19 millones de euros en trabajos, estudios, proyectos y obras relacionados con la rehabilitación de la ermita. En la última fase se han terminado de acondicionar los restos de pinturas murales góticas y renacentistas, se ha reparado y consolidado el ábside, se ha completado el revestimiento de paredes y bóvedas y la pavimentación, y se ha instalado electricidad para iluminar el interior y el exterior de la ermita.
Terminada la restauración, la Diputación prevé ahora musealizar el templo, lo que permitirá a las personas visitantes interpretar las pinturas y el espacio arquitectónico y explicar los trabajos realizados por el Servicio de Patrimonio Arquitectónico Local desde 1995, cuando la ermita amenazaba con derrumbarse debido al mal estado de conservación. El coste previsto de esta musealización es de 90.000 euros.