La alcachofa, depurativa y reconstituyente.
La alcachofa, depurativa y reconstituyente. En América la alcachofa fue introducida por los franceses en Luisiana y por los españoles en California. También se extendió a Chile y en la Pampa Argentina.
Al elegirlas hay que tener en cuenta que las más tiernas son las que están cerradas y sus hojas muy apiñadas.
La alcachofa contiene:
Vitaminas: A, B6, Calcio, Fósforo, Hierro, Glucidos, Proteínas, H.de Carbono, Magnesio, Potasio y Sodio. Sólo contiene 40 ò 50 calorías y se utiliza en muchas dietas de adelgazamiento.
Recomendaciones:
– Va bien para los problemas digestivos y metabólicos, es depurativo, regulariza el intestino y fortalece el sistema inmunitario.
– Es buena para las Cefaleas.
– Anti – colesterol.
– Diurética.
– Depurativa de la sangre.
– Reconstituyente
La alcachofa
Muy aconsejable en la dieta de los diabéticos
La alcachofa aporta importantes cantidades de fibra, que tiene efecto saciante y favorece el tránsito intestinal, mejorando el estreñimiento. Puede contribuir a la reducción del riesgo de enfermedades degenerativas como las enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II, obesidad, osteoporosis o cáncer. Se ha comprobado su contribución a la reducción de los niveles de colesterol sanguíneo.
Valor nutritivo: Es rica en hidratos de carbono, lo que convierte a la alcachofa en un alimento muy aconsejado en las dietas de los diabéticos. Tiene escasísimo aporte calórico, lo que la convierte también en un producto perfecto para las dietas. Es muy rica en fibra y su ingestión favorece el tránsito intestinal. Por su alto contenido en sodio no resulta muy apropiada para aquellas personas que sufren de hipertensión.
En la cocina: Su preparación es un tanto laboriosa ya que únicamente se aprovecha un 20 % de cada unidad. Además de cocidas se pueden preparar fritas, al horno, guisadas o salteadas con guisantes y jamón.
Si le echamos zumo de limón al agua de cocción de las alcachofas evitaremos que se decoloren.
En la compra: Están presentes en el mercado desde otoño hasta primavera.
Hay que seleccionar ejemplares frescos, pesados en relación con su tamaño, firmes, con las hojas bien apretadas y brillantes.
Las hojas blandas o de fácil apertura indican que la alcachofa ya no está fresca.
Si al apretar la alcachofa cerca del oído se escucha un crujido es que aún está fresca.
La alcachofa de invierno puede presentar manchas externas y un color bronce, pero si las hojas están bien cerradas puede consumirse sin ningún problema.
La huerta del Baix Llobregat es una fértil productora de excelentes ejemplares de alcachofa.
