La importancia de graduarse la vista
La importancia de graduarse la vista. La conocida crisis que azota sin descanso a la población ha supuesto un motivo para desatender ciertas necesidades que se consideran prescindibles. Para muchos el cuidado de la vista no es algo primordial en su vida cotidiana, pero teniendo en cuenta el cambio de nuestros hábitos, el creciente sedentarismo y las horas que pasamos delante del ordenador es muy conveniente realizarse una revisión cada dos años para asegurarnos de que no necesitamos comprar gafas graduadas (incluso antes si se nota un deterioro considerable de la vista) o sustituirlas en todo caso por la compra de unas lentillas.
Es importante priorizar, de eso no hay duda, pero el cuidado de la vista es algo esencial a la hora de mantener una actividad regular en nuestro día a día. Es sorprendente saber la cantidad de personas que sufren de migrañas, jaquecas, mareos y desorientación por el simple hecho de no llevar unas gafas puestas.
Hay varios tipos de defectos de la vista, aunque los más comunes son cuatro y cubren un enorme porcentaje de la población.
La hipermetropía, o incapacidad para ver en distancias cortas, es la más habitual de todas y puede provocar fatiga de la vista, jaquecas o incluso estrabismo en algunos niños que la padecen.
La miopía es el efecto contrario –impide a los que la sufren ver en distancias largas y puede dañar la retina en caso de no cuidarse adecuadamente.
El astigmatismo es una dificultad de la córnea para adaptar su forma y enfocar correctamente, lo que obliga a aquellas personas que la sufren a parpadear constantemente para recuperar una visión nítida.
La vista cansada o presbicia, es el resultado de la pérdida de capacidad para acomodarse del ojo.
Aunque es posible que tengas una vista perfecta y todo esto te resulte ajeno, es conveniente dejar que un óptico titulado te verifique este extremo.

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