Las Casas de acogida
Las Casas de acogida es algo muy gratificante; no siempre es fácil, pero es algo maravilloso y solo quien es o ha sido casa de acogida sabe de lo que hablo.
Te suena el teléfono, han encontrado unos bebes sin mamá, tu corazón se dispara, corres al armario y preparas todo, «cunita», biberones, leche, empapadores, manta eléctrica… ¡¡¡Todo!!! Deseando que lleguen esos pequeños y sacarlos adelante; no es fácil, son bebes y cualquier «tontería» se los puede llevar… Pero le pones empeño, los cuidas, les das el biberón, les ayudas con sus pipis y popos (tarea nada sencilla, porque lo suelen poner difícil), sabes que llegan noches locas, noches sin dormir… Pero pasan los días y esas «ratillas» van saliendo adelante, tu eres y serás su referente, su «mami de acogida» porque solo te tienen a ti… Y eso es algo precioso… les ayudas a comer, les enseñas a usar el arenero, a jugar, a querer y ellos te devuelven todo ese amor recibido.
Pero ¡ojo! ¡Hay acogidas que aun te llenan más! Cuando esos bebes son sacados de la calle (porque corren peligro o porque han sido abandonados) y no confían en el ser humano… Estas acogidas aún son más gratificantes que las anteriores. Solo necesitas paciencia, y ganas de dedicarles muchas horas y, en algunos casos, muchos días; sólo debes sentarte, que se acostumbre a tus olores, tus movimientos… y poco a poco ir «forzando», pero dejando fluir ese maravilloso acercamiento; al principio solo es un simple «te huelo y salgo corriendo»… pero poco a poco, sin prisa, sin querer correr, ese acercamiento se vuelve total e intenso y se alegran de verte, te maúllan reclamando tu atención y ¡de repente llega el día que se quedan dormidos encima tuyo, ronroneando y amasando…! Ese día la felicidad invade tu cuerpo, las lágrimas resbalan de manera silenciosa por tus mejillas para no «romper» ese momento ¡¡¡mágico!!!!
Y llega ese día, día que sabes que va a llegar, pero tu corazón no quiere que llegue, el día de su adopción, el día de decirles ¡¡¡hasta pronto, ser felices pequeños míos!!!! Sabes que no se van con el primero que pasa, que se van con familias maravillosas, pero como buena mami de acogida sufres por ellos…
Pero merece la pena hacerlo todo, todo por ellos para que sean felices.
Pots seguir-nos també: Instagram i Facebook
Encuentra más noticias laprensa
