El museo del Louvre de París tiene desde este mes su propio café. Un café de autor ideado por el súper estrellado Alain Ducasse y su equipo tras una profunda investigación.
La nueva iniciativa del chefcocinero
genuino
hay que situarla en el descubrimiento de un molinillo de café de oro, que al parecer perteneció a Madame Pompadour y el cocinero descubrió mientras visitaba la orfebrería del museo del Louvre, y fue la inspiración para crear un nuevo café lleno de matices.
Este café, según Ducasse, “busca la diferencia, presentarse como un café genuino. Por eso, tostamos el café ligeramente, para conservar al máximo el sabor del café original”.
Para su creación Ducasse y su equipo realizaron una investigación para presentar un producto que tuviera una historia particular. Visitaron a los productores de Laos, a orillas del Mekong, en la meseta de Bolovens, también fueron a Panamá para ver los cafés geisha -unos singulares cafés que crecen en un volcán-, y con ellos y un café etíope fermentado crearon este nuevo café para el Louvre.