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viernes, abril 19, 2024
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Alergias de PRIMAVERA

Repetidos estornudos, urticaria, lagrimeo, escurrimiento nasal y otros
incómodos síntomas puede manifestarse al llegar la primavera como una
reacción alterada del organismo a determinados elementos como el polen, los
pelos de ciertos animales y otros elementos. Se trata de una enfermedad que
afecta a más del 15 por ciento de la población mundial.
La alergia es una reacción fisiológica alterada que se genera cuando el
sistema inmunológico identifica como nociva para el cuerpo y una sustancia
que puede ser inocua e inofensiva para  la mayoría de la gente.
Causas, incidencias y factores de riesgo
La alergia es una hipersensibilidad a una particular sustancia que, si se inhala,
ingiere o se toca produce unos síntomas característicos. La alergia es causada
por un sistema inmunitario altamente sensible que lleva a una respuesta
inmunitaria equivocada. El sistema inmunitario normalmente protege al
cuerpo de sustancias nocivas como las bacterias y los virus. Este sistema
reacciona ante sustancias (alergenos) que generalmente son inocuas y que en
la mayoría de las personas no causan ningún problema. Los alérgenos pueden
ser sustancias como el polen, humo de cigarro, ácaros, plumas, pelo o caspa
de algunos animales, ciertos alimentos, polvo domestico, sencillamente el
contacto del con el agua o el aire muy frío. Cuando un alérgeno penetra en el
organismo de un sujeto alérgico, el sistema inmunitario de éste responde
produciendo una gran cantidad de anticuerpos llamados IgE (Inmogoblina E).
La sucesiva exposición al mismo alergeno producirá la liberación de
mediadores químicos, en particular la histamina, que producirán los síntomas
típicos de la reacción alérgica: prurito, hinchazón, producción de moco,
espasmos musculares, ronchas, erupción cutánea y otros síntomas que varían
de una persona a otra.  
 
Síntomas
Una reacción alérgica puede manifestarse de distintas maneras, lo síntomas
pueden variar en función de la sensibilidad propia de cada persona y pueden 
incluir: 
Problemas respiratorios.
Enrojecimiento, comezón y lagrimeo de ojos.
Aumento del lagrimeo, ardor en los ojos y conjuntivitis.
Tos.
Diarrea.
Dolor de cabeza.
Edema en los ojos.
Ronchas.
Prurito en la nariz, boca, garganta, piel o en cualquier otra área.
Rinorrea.
Erupción cutánea.  
Cólicos estomacales.
Vómitos.
 

Tipos de Alergias
El tipo de alegias varía dependiendo de la época del año en que se
encuentran. Algunas alergias, como por ejemplo la alergia al polvo, a los
animales o a los alimentos, pueden manifestarse durante todo el año. Otras
alergias, como por ejemplo la fiebre del heno (alergia al polen), aparecen
sólo en determinados períodos del año. Entre las alergias más frecuentes se
encuentran:
Rinitis alérgica estacional: También conocida como “fiebre del heno”, la
alergia al polen se manifiesta con rinitis (estornudos, secreción nasal, picor,
congestión nasal), y en ocasiones también con conjuntivitis (lagrimeo y picor
ocular). Los síntomas de la rinitis alérgica se confunden frecuentemente con
los de un resfriado. 
Rinitis perenne: La expresión común de “alergia al polvo” es propiamente
traducida como “alergia a los ácaros del polvo”, cuyos principales alérgenos
son los del acaro de polvo domestico y el pelo de algunos animales . Los
ácaros son los responsables de un gran número de alergias respiratorias. Los
ácaros prefieren los ambientes cálidos y húmedos y se nutren de fragmentos
biológicos como por ejemplo las descamaciones microscópicas de nuestra piel.
Los ácaros viven y se proliferan en abundancia (y su difusión va en aumento)
en nuestras casas, y muy particularmente dentro de cojines y colchones.
Pasamos cerca de un tercio de nuestra vida en la cama, y ello significa que un
tercio de nuestra vida está en estrecho contacto con los ácaros. Los ácaros no
viven en bajas temperaturas ni por encima de los 1.500 metros, por lo que las
vacaciones en alta montaña son muy aconsejables para estos alérgicos
Alergia a los animales: Las sustancias derivadas del pelo y la piel de los
animales pueden provocar importantes alergias. Entre los animales
domésticos, los gatos son estadísticamente los que más riesgo conllevan
cuando viven en estrecho contacto con los habitantes de la casa. Las
reacciones alérgicas pueden comportar los clásicos síntomas respiratorios,
aunque a veces también pueden aparecer severas manifestaciones cutáneas
como erupciones (eritemas). Además de los gatos, también están los perros,
caballos, conejos y hámsters  que pueden ser responsables de las alergias.
Alergias a los alimentos: La reacciones a ciertos alimentos son muy comunes
aunque sólo una  pequeña  parte de ellas constituyen verdaderas alergias  en
las que interviene el  sistema inmunológico. Entre los alérgenos más
frecuentes  se encuentran la leche, los huevos, el pescado, los mariscos, el
trigo, las soja, el chocolate, el cacahuate. 
Alergia a los medicamentos: En ocasiones algunos fármacos pueden provocar
reacciones alérgicas en algunas personas. Alrededor del 5% de la población
sufre este tipo de alergia. Las personas alérgicas deben evitar totalmente los
fármacos que les producen alergia e informar al especialista de cualquier otra
reacción a medicamentos.
Medicamentos que suelen provocar este tipo de reacciones: Problemas
respiratorios: Antibióticos analgésicos (AINE) anestésicos locales o generales,
relajantes, musculares, medios de contraste, iodados, vitaminas, Penicilina.  
Alergia a las picaduras de insectos: Se debe normalmente a las sustancias
tóxicas que se inyectan con el veneno de los Himenópteros (avispas y abejas).
No es la alergia más común, afecta al 1% de la población, pero si una de las

más graves. Esta alergia da cuadros de anafilaxia en los que existen bastantes
riesgos de mayores complicaciones.
Recomendaciones
Si piensas que padeces algún tipo de alergia lo más recomendable es acudir
con un especialista, para que él diagnostique el tipo de alergia y tratamiento
que debes seguir, evita automedicarte ya que esto puede ocultar los síntomas
y genera un diagnóstico no adecuado.
Además:
·  Debes  extremar precauciones en las medidas de higiene de tu hogar.
·  Evita utilizar químicos irritantes, limpia el polvo utilizando un trapo húmedo
para no levantar polvo.
·  No fumar dentro de la casa, evitar también estufas y chimeneas de leña.
·  Evitar que los animales entren a la casa, o si no se puede o no se quiere,
bañarlos todas las semanas  ayuda a reducir las cantidades de polen, polvo y
caspa.

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