La importancia del reciclaje
La importancia del reciclaje. Reciclar el aceite usado tiene numerosos beneficios: permite fabricar combustibles renovables y disminuye la necesidad de extraer nuevas materias primas, entre otros. ¿Quieres saber cómo hacerlo correctamente? A continuación, te damos algunos consejos y pautas.
Antaño, el uso principal que solía darse al aceite usado en los hogares era el de hacer jabón casero; sin embargo, debido al tiempo que requiere y a la dificultad que entraña esta práctica, ya no es tan habitual como antes, por lo que el aceite se desecha con más frecuencia. Esto, sumado a que se conocen otros usos que permiten sacarle el máximo partido a este residuo, pone de manifiesto la importancia de reciclarlo de forma correcta.
Mejorar estos datos y porcentajes es precisamente el objetivo de la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular, por la que los ayuntamientos deberán haber implantado sistemas de recogida específicos para los residuos aprovechables en 2025 (entre los que se encuentra el aceite).
¿Por qué es importante reciclar?
La importancia del reciclaje
El aceite usado es un residuo que, si se desecha de forma incorrecta (por ejemplo, arrojándolo por el fregadero o el inodoro), provoca daños notables al medio ambiente. Un solo litro de aceite puede contaminar 1000 litros de agua, según datos de la Fundación Aquae. Además, cuando se vierte a la red de alcantarillado, provoca importantes atascos en tuberías y estaciones de depuración de aguas residuales. Esto conlleva que el tratamiento de estas aguas resulte más lento y costoso, además de requerir un consumo energético elevado.
La cifra empleada en la eliminación de obstrucciones procedentes del vertido de aceites y grasas por los desagües asciende a más de 90 millones de euros al año solo en Europa.
Por todo ello, además de por el ahorro energético y económico que supone, el reciclaje del aceite usado es un ejemplo de economía circular.
La importancia del reciclaje
El abanico de ventajas que conlleva el reciclaje de este residuo es muy amplio:
- Reducción de la contaminación y los residuos: Al darle una segunda vida, se minimiza su vertido incontrolado como la cantidad de residuos que llegan al medio.
- Sirve para desarrollar combustibles renovables que contribuyen a descarbonizar el transporte, cuyo objetivo principal es el de reducir las emisiones de carbono.
- Fomento del empleo: La versatilidad de este residuo permite transformarlo en productos de muy alta demanda, como combustibles renovables, materiales asfálticos o abonos, lo cual se traduce en la creación de puestos de trabajo. Implantar sistemas de recogida y reciclaje del aceite también implica que se precisen trabajadores en áreas como la recolección, el tratamiento o el transporte de este residuo.
Cómo reciclar aceite usado
Reciclar correctamente el aceite usado es vital para prolongar su vida útil. Por eso, conviene seguir estos pasos para aprovechar al máximo el potencial de este residuo:
- Almacenamiento correcto: Deposita el aceite usado (también el de los productos en conserva) en botellas de plástico vacías u otros recipientes específicos, cuando esté frío. Cuida de que no haya fugas ni derrames y, si se produce alguno, limpia el recipiente con papel absorbente.
Usos del aceite vegetal usado
Hoy día, el aceite usado puede tener una vida útil muy provechosa y utilizarse para distintos fines. Entre ellos, cabe destacar la fabricación de combustibles renovables, que permiten un aprovechamiento máximo de este recurso.
No obstante, su versatilidad va mucho más allá: también puede utilizarse para fabricar surfactantes —base de numerosos productos de uso cotidiano, como detergentes, cremas cosméticas, pinturas o barnices—, así como velas o fertilizantes, entre otros. Se trata, por tanto, de un residuo que conserva su valor más allá del primer uso.
La importancia del reciclaje
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Aceite reciclado como materia prima para combustibles renovables
El uso del aceite reciclado para fabricar combustibles renovables—principalmente biodiésel— constituye una oportunidad para promover la economía circular y la descarbonización del transporte.
El biodiésel es un combustible renovable cuyas emisiones de CO2, SO2 o CO son inferiores a las de los otros carburantes. Tanto es así que la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos calcula que la disminución de las emisiones de CO2 va del 57 % al 86 % frente a las de los combustibles fósiles. Además, no contiene azufre, por lo que se evita la liberación de este gas a la atmósfera, y se usan en los motores diésel convencionales sin realizarles modificaciones.
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