Verdades y mentiras de la sauna

La sauna adelgaza
Falso
La sauna provoca una eliminación de líquidos en forma de sudor que puede
hacer que peses hasta dos kilos menos después de la sesión, pero que se
recuperan al beber agua para hidratarte en las horas siguientes, por tanto,
aunque es muy recomendable como complemento en las dietas de
adelgazamiento por su efecto depurativo y eliminador de toxinas, no
adelgaza.
La sauna combate el insomnio
Verdadero
Uno de los efectos más notables de una sauna es la relajación general que
produce, a nivel físico y psíquico, por la liberación de endorfinas que actúan
como opiáceos naturales y liberan las tensiones y preocupaciones.
Se debe evitar la sauna durante la menstruación
Verdadero y falso
Algunas mujeres experimentan una bajada de tensión durante la menstruación
por lo que pueden experimentar mareos y desfallecimientos cuando empiezan
a sudar, pero no tiene porqué ocurrir si acortan el tiempo de sauna y siguen
los pasos correctos (ducha de agua fría, descanso e hidratación posterior).
La sauna baja la tensión
Verdadero
Las personas hipertensas son las más beneficiadas con la sauna, los vasos
sanguíneos se dilatan y la presión sanguínea baja, aunque no se debe olvidar
la dieta y el ejercicio para evitar los riesgos que conlleva esta enfermedad.
La sauna es afrodisíaca
Falso
La creencia de que los señores «trabajan mejor» a partir de cierta edad con
una sauna semanal se debe más al efecto psicológico y desestresante, que
muchas veces es más importante y saludable que los medicamentos
artificiales.
Si te funciona, perfecto, el órgano más sexual que tienes es tu cerebro, úsalo.