Es una de las floraciones más esperadas con la llegada del verano. Y es que la Hortensia es una planta que, más allá de su facilidad de cultivo, se convierte en un auténtico epicentro del jardín cuando comienza a echar sus características flores en macizos redondeados. Un espectáculo natural de color y belleza que hace que sea irresistible contar con ella en un jardín o, incluso, en una maceta.
Añadido, sus características la convierten en una planta perfecta incluso para los lugares con menos iluminación (un extra para aquellos que se quejan de no poder disfrutar de flores por tener demasiada sombra) e idónea para cualquier tipo de espacio (¡es posible disfrutarla en un enorme abanico de colores!).
Para poder disfrutar de ella en todo su apogeo, es importante conocer los pocos (¡poquísimos!) cuidados que requiere la Hortensia para regalarnos sus flores. Una floración que se mantiene activa y constante desde el comienzo del verano hasta, ¡incluso!, el comienzo de octubre.
DÓNDE PLANTAR, FUNDAMENTAL PARA LA HORTENSIA
Si todavía no tienes ninguna y te planteas incluirla en tu paisaje personal, es importante que tengas en cuenta que la Hortensia es un arbusto que prefiere la sombra y la semisombra para vivir pero siempre con luz. Tengamos en cuenta que por sus características, el pleno sol no es una buena idea porque puede quemar sus hojas (se pondrían amarillas) y evitar su preciosa floración.
Si tenemos una Hortensia en maceta, el momento ideal para trasplantar directamente al suelo será siempre la primavera y el comienzo del verano. De esta manera, evitaremos que las heladas del final del otoño y el comienzo del invierno puedan estropearla (ya que, para cuando lleguen las estaciones frías, ya estará arraigada). Además, es importante que para verla crecer en condiciones la plantemos en un suelo ácido (si el nuestro no lo es, será tan sencillo como enriquecer nuestro suelo con tierra ácida que le permita a la planta tomar los nutrientes que necesita).
Pero, incluso más allá de esto, es importante saber cómo es una Hortensia para planificar el dónde plantarla. Y decimos esto porque como buen arbusto, una Hortensia plantada en un lugar bueno para ella puede llegar a tener una envergadura importante (que supere, incluso, el metro y medio de altura en época estival). Por eso mismo, es importante que la plantemos en un sitio en el que tenga capacidad de crecimiento y guardando siempre un metro (¡en previsión!) con respecto a la siguiente planta que plantemos.
RIEGO Y PODA, CLAVES EN EL CUIDADO DE LA HORTENSIA
Para que luzca y florezca, la Hortensia necesita algo incluso más importante que el suelo: agua, mucha agua. Un agua que tendremos que vigilar para evitar que sea excesivamente caliza. Aunque durante la primavera esta necesidad podemos cubrirla con agua de lluvia (la ideal para las Hortensias), durante los meses de verano (y, sobre todo, los de máximas temperaturas) tendremos que controlar que la Hortensia esté siempre con el suelo húmedo. Algo que obliga a regarla diariamente y siempre siguiendo esos consejos de riego que ya vimos en este otro post: regar temprano por la mañana o a última hora de la tarde, evitar que se moje la planta y realizar un riego en profundidad en las raíces.
Además, para ayudarla a crear flores durante toda la temporada, no solo es más que recomendable aportarle un abono de floración específico para Hortensias sino, también, podar los macizos de flores marchitos. Con este gesto (que nada tiene que ver con la poda que tendremos que realizar a comienzos de la próxima primavera), estaremos ayudando a nuestra Hortensia a no perder energía en las flores muertas y regalársela a aquellas que están pendientes de florecer.
Cuidados sencillos para lograr disfrutar de la belleza de una planta que sabe a verano ¡y que nos acompaña durante él!
Es una de las floraciones más esperadas con la llegada del verano. Y es que la Hortensia es una planta que, más allá de su facilidad de cultivo, se convierte en un auténtico epicentro del jardín cuando comienza a echar sus características flores en macizos redondeados. Un espectáculo natural de color y belleza que hace que sea irresistible contar con ella en un jardín o, incluso, en una maceta.
Añadido, sus características la convierten en una planta perfecta incluso para los lugares con menos iluminación (un extra para aquellos que se quejan de no poder disfrutar de flores por tener demasiada sombra) e idónea para cualquier tipo de espacio (¡es posible disfrutarla en un enorme abanico de colores!).
Para poder disfrutar de ella en todo su apogeo, es importante conocer los pocos (¡poquísimos!) cuidados que requiere la Hortensia para regalarnos sus flores. Una floración que se mantiene activa y constante desde el comienzo del verano hasta, ¡incluso!, el comienzo de octubre.
DÓNDE PLANTAR, FUNDAMENTAL PARA LA HORTENSIA
Si todavía no tienes ninguna y te planteas incluirla en tu paisaje personal, es importante que tengas en cuenta que la Hortensia es un arbusto que prefiere la sombra y la semisombra para vivir pero siempre con luz. Tengamos en cuenta que por sus características, el pleno sol no es una buena idea porque puede quemar sus hojas (se pondrían amarillas) y evitar su preciosa floración.
Si tenemos una Hortensia en maceta, el momento ideal para trasplantar directamente al suelo será siempre la primavera y el comienzo del verano. De esta manera, evitaremos que las heladas del final del otoño y el comienzo del invierno puedan estropearla (ya que, para cuando lleguen las estaciones frías, ya estará arraigada). Además, es importante que para verla crecer en condiciones la plantemos en un suelo ácido (si el nuestro no lo es, será tan sencillo como enriquecer nuestro suelo con tierra ácida que le permita a la planta tomar los nutrientes que necesita).
Pero, incluso más allá de esto, es importante saber cómo es una Hortensia para planificar el dónde plantarla. Y decimos esto porque como buen arbusto, una Hortensia plantada en un lugar bueno para ella puede llegar a tener una envergadura importante (que supere, incluso, el metro y medio de altura en época estival). Por eso mismo, es importante que la plantemos en un sitio en el que tenga capacidad de crecimiento y guardando siempre un metro (¡en previsión!) con respecto a la siguiente planta que plantemos.
RIEGO Y PODA, CLAVES EN EL CUIDADO DE LA HORTENSIA
Para que luzca y florezca, la Hortensia necesita algo incluso más importante que el suelo: agua, mucha agua. Un agua que tendremos que vigilar para evitar que sea excesivamente caliza. Aunque durante la primavera esta necesidad podemos cubrirla con agua de lluvia (la ideal para las Hortensias), durante los meses de verano (y, sobre todo, los de máximas temperaturas) tendremos que controlar que la Hortensia esté siempre con el suelo húmedo. Algo que obliga a regarla diariamente y siempre siguiendo esos consejos de riego que ya vimos en este otro post: regar temprano por la mañana o a última hora de la tarde, evitar que se moje la planta y realizar un riego en profundidad en las raíces.
Además, para ayudarla a crear flores durante toda la temporada, no solo es más que recomendable aportarle un abono de floración específico para Hortensias sino, también, podar los macizos de flores marchitos. Con este gesto (que nada tiene que ver con la poda que tendremos que realizar a comienzos de la próxima primavera), estaremos ayudando a nuestra Hortensia a no perder energía en las flores muertas y regalársela a aquellas que están pendientes de florecer.
Cuidados sencillos para lograr disfrutar de la belleza de una planta que sabe a verano ¡y que nos acompaña durante él!